¡Evohé! El 14 de mayo de 2025 recibimos la visita en el IES San Alberto Magno de una poetisa con sombrero y alas de Safo. Hablamos de Aurora Luque, poetisa, traductora y editora, Premio Nacional de Poesía en 2022.
En el ir y venir de las olas de una marea del mundo clásico, los alumnos del IES San Alberto Magno habían preparado representaciones mágicas. La niebla que esconde lo mitológico se disipó. Pudimos recorrer el mar con Ulises, escuchar las verdades que cantaban las sirenas, vimos imágenes tan naturales como sobrenaturales con los haikus, preparamos nuestras maletas para irnos de viaje, vimos constelaciones en un cielo estrellado y conocimos a ninfas y cazadoras de Artemisa que narraban su historia en bellos lenguajes.
Aurora, haciendo honor a su nombre, se levantó entusiasmada, repartió pétalos de rosas en las mejillas de los presentes y compartió con nosotros una invitación para el placer más dulce del verano: tumbarse a mirar las estrellas. Quién lo haya vivido lo sabe y quien no, lo descubrirá.
Sonó el timbre, las sirenas callaron y la marea que, en vez de sal, transportaba las obras de los alumnos, se tranquilizó. Las sillas ahora eran tronos de un nuevo Olimpo adolescente. Todo estaba preparado para nuestra conversación, como estudiantes de 1.º de bachillerato, con Aurora. Tras tanto haber trabajado sus versos, infinidades de preguntas nos asaltaban. Hablamos de letras y de amor. Carpe amorem. Porque como Aurora nos contó, el lenguaje a menudo obstaculiza nombrar el amor. El amor/ siempre está hecho del hilo de Ariadna.
En aquella clase, por haber estado hablando de cuerpos celestes se dio una constelación, concretamente la de Andrómeda, en la que cada estrella era una intervención elevada al cielo por su belleza. Asimismo, la galaxia que se ve en este conjunto de estrellas fue la idea más reluciente que Aurora nos comentó. Los cuerpos son bellos y si los hemos escondido a lo largo de la historia ha sido por siglos de adoctrinamiento. Por eso, mediante el paganismo y el mundo clásico podemos divinizar al cuerpo como se merece, sin esconderlo, claro, ya que, como dice nuestra diosa: Ven, desnudémonos como Afrodita saliendo del mar, / con el pecho erguido y la culpa muerta, / porque el amor es el único rito que no necesita altar.
Y como toda esta conversación nos supo a poco, fuimos por la tarde a la UNED, donde nos deleitó con su poesía que nada tenía que envidiar a la de Orfeo. Sinceramente nos hipnotizó.
Todo olía a mar gracias a la presencia de su poesía; nos estábamos dando un baño en el mar de lo mitológico.
«Carpe noctem, la noche existe y hay frutos en ella fuera de la rutina. La noche está llena de momentos solo nuestros, aprovechémoslos». Y fue tras estas palabras de Aurora que todo el público presente se conmovió y, a partir de ahí, nuestra noche dio comienzo.
Que la poesía os acompañe ahora y siempre.
Ave Aurora.