La alumna del IES San Alberto Magno de Sabiñánigo ha terminado la ESO y quiere estudiar un Grado Medio de Electromecánica de Vehículos Automóviles en Jaca
Naomi Fortuna cumplió diecisiete años el pasado mes de febrero, pero todavía no se ha desvinculado del sistema educativo, a pesar de que un elevado porcentaje del alumnado de etnia gitana, a la que la alumna pertenece, abandona los estudios al cumplir los dieciséis años, la edad hasta la cual la escolarización es obligatoria en España. Y es que, según la Fundación Secretariado Gitano, el 72,9% de las mujeres gitanas y el 63% de los hombres ha abandonado alguna vez la educación (obligatoria).
En el IES San Alberto Magno de Sabiñánigo esta suele ser la tónica general, aunque se puede hablar de excepciones, como es el caso de Mariaje Echevarría quien, tras terminar el Bachillerato en el centro, donde realizó tertulias radiofónicas en la Cadena Ser junto a su profesor de Filosofía, Alfredo Sánchez, estudió Periodismo en la Universidad de Sevilla y ha trabajado en el magacín “Espejo Púbico” de Antena 3, realizando tareas de redacción. O Lola Echevarría, que estudió Bioquímica en la Universitat de les Illes Balears y actualmente trabaja como investigadora en el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CSIC), en Madrid.
Naomi Fortuna nació en Huesca, pero vive en Sabiñánigo desde los tres años. Estudió en el colegio Monte Corona y, después, se matriculó en el IES San Alberto Magno, donde acaba de obtener el título de la ESO: “Desde pequeña me ha gustado estudiar y mis padres me han apoyado en esta decisión, aunque lo normal es que los gitanos dejen el Instituto antes de sacarse el título porque no les interesan las clases y, además, algunas gitanas tienen hijos muy pronto y deben abandonarlo”. Naomi, de momento, no se plantea crear una familia, sino que quiere seguir estudiando: “Desde pequeña, mis padres me han dicho que `nada de novios´, que me respetara a mí misma. En cambio sí quiero seguir estudiando porque, cuando llega el verano, echo de menos las clases y querría tener, en el futuro, un trabajo fijo y que me guste. Antes tenía la ilusión de ser peluquera o profesora, pero ahora me gusta más la mecánica”.
Lo cierto es que la alumna ha barajado las opciones educativas que más se ajustaban a sus gustos y circunstancias y ha elegido estudiar el Grado Medio de Electromecánica de Vehículos Automóviles en Jaca: “Yo me veo creando mi propio taller con mi hermano y con mi padre. Primero empezaré haciendo prácticas y luego iré ganando más dinero hasta crearlo”. En cuanto a las salidas profesionales de este Grado Medio, comenta: “Hay mercado porque, con tanta electrónica, se hacen necesarios los profesionales que también saben de la mecánica del automóvil. También me gustaría vender coches en el taller porque me encantan. El coche de mis sueños es el BMW M5. Es precioso e impresiona la potencia que tiene, aunque es automático y a mí me gustan más los que tienen marchas”.
Se acuerda, en estos momentos, de quienes la han ayudado a progresar en su camino, como su tutora, Isabel Sánchez, que “siempre ha estado para lo que he necesitado”. La profesora explica que, desde el comienzo, Naomi ha tenido muy claro que quería titular: “Este objetivo la ha motivado a esforzarse para superar aquellos contenidos que le interesaban menos. También ha contado con el apoyo familiar. Además, ha estado muy integrada en el grupo, del que ha sido delegada todos los cursos. Siempre es muy participativa, sincera y alegre”. Y concluye: “Como tutora, siento una gran satisfacción porque es una persona valiente que quiere seguir estudiando, lo que es poco común entre las gitanas y, en palabras de la ayerbense Adelina Jiménez, la
primera mujer española de etnia gitana que aprobó las oposiciones de Magisterio: `La educación
es libertad´.
Con respecto a sus compañeros, comenta: “Siempre me he sentido apoyada y querida por todos ellos, como es el caso de mi amigo Jorge López, a quien conocí ya en 1º de ESO, o mi gran amiga Cecilia. ¡Las risas que nos hemos echado, de las que no puedes parar! Me ha gustado mucho mi clase de 4º de Diversificación. Son los mejores, los “divertidos”. Siempre te sacan una sonrisa aunque tengas mal día. Cada uno es diferente: hay colombianos, una rumana, una gitana, que soy yo… Cada uno tiene sus cosas”.
En cuanto a si ha sentido discriminación en algún momento por el hecho de pertenecer a la etnia gitana, declara: “No todo el mundo conoce bien a los gitanos. Hay algunas cosas que nadie nos puede decir, incluso a día de hoy, porque dañan el honor familiar. A esas personas les diría que se informen bien del daño que pueden hacer y que traten a todo el mundo con respeto. Por ejemplo, si mencionan a los muertos, se puede hacer muchísimo daño porque es como revivir un trance muy doloroso, remover a una persona que ya no tienes aquí. Nunca se supera la depresión que provoca la muerte de un familiar gitano. Mi abuelo hace un año y medio que no está y todavía siento ansiedad. Es un dolor que nunca se va a curar”.
Naomi ha participado intensamente en las clases y ha tratado de difundir la cultura gitana en el Instituto: “El 8 de abril es día del pueblo gitano, al que me siento muy orgullosa de pertenecer. Su lema es ´Sastipen talí´, que significa ´Salud y libertad´. Seguro que Naomi Fortuna seguirá luchando por hacer ese lema realidad y, en la nueva etapa de su vida, por hacer realidad sus sueños educativos y personales.
Por Estela Puyuelo